El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza es una institución internacional establecida por ciudadanos para investigar y dar a conocer violaciones a los Derechos de la Naturaleza. El Tribunal crea un foro para que personas de todo el mundo hablen en nombre de la naturaleza y para protestar por la destrucción de la Tierra —una destrucción fomentada por las corporaciones con el apoyo de los gobiernos— y, por lo tanto, trae visibilidad a los conflictos ambientales y hace recomendaciones jurídicas sobre la protección y restauración de la Tierra como modelo de jurisprudencia para las comunidades de primera línea. El Tribunal también tiene un fuerte enfoque en permitir que los Pueblos Indígenas alcen su voces y compartan los impactos que ven en sus territorios, y también es un espacio para compartir soluciones sobre la tierra, el agua y la cultura con la comunidad global.

Los veredictos que surgen del Tribunal, si fuesen aplicados a los niveles más altos, podrían proveer herramientas cruciales en la lucha por la justicia ambiental. Un tribunal ético y cívico, basado en el modelo del Tribunal Internacional por los Crímenes de Guerra, el Tribunal Permanente de los Pueblos, y otros esfuerzos similares por compensar por las carencias del estado, el Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza está haciendo un llamado a las Naciones Unidas  —y a las naciones en general— pidiéndoles que recojan el trabajo que el Tribunal ha estado haciendo por muchos años, y que defiendan los Derechos fundamentales de la Naturaleza.

La Crisis Climática:

En la mayoría de sistemas legales —y sin duda aquellos que tienen vigencia al nivel nacional e internacional— la Naturaleza, y todos los seres que la conforman, se consideran nada más que “recursos naturales”, un tipo de propiedad humana que puede ser explotada más o menos libremente, haciendo que sea imposible defender a la naturaleza en una corte legal desde cualquier perspectiva que no sea su rol en los intereses humanos.

Nunca ha sido más evidente que estos sistemas legales no solamente han fracasado en proteger a nuestro planeta de los avances de un extractivismo insaciable; son, de hecho, las herramientas de ese mismo extractivismo, supuestamente “regulando” la destrucción ocasionada por industrias como la minería y el fracking, mientras que en la práctica sólo la perpetúan.

En vista de la insuficiencia de la ley ambiental tradicional, los Derechos de la Naturaleza presentan un nuevo tipo de jurisprudencia que, al reconocer a la Naturaleza como sujeto de derechos al igual que los seres humanos, empuja las cortes a mirar más allá de los incentivos económicos, y tomar decisiones verdaderamente  basadas en los intereses de tanto la humanidad como toda la comunidad de la tierra.

El tiempo se nos ha agotado: la crisis ecológica se avecina de tal manera que negarla sería negar la evidencia que tenemos ante nosotros, y no es sostenible seguir dependiendo de leyes que son fundamentalmente incapaces de afrontar la situación actual. Los derechos inalienables de la Naturaleza deben ser reconocidos a cada nivel: local, nacional, e internacionalmente, si hemos de superar esta crisis.

Con este fin, el Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza busca demostrar cómo lo Derechos de la Naturaleza pueden ser aplicados, colocando una serie de casos urgentes y reales frente a un panel de jueces distinguidos, quienes examinan y toman decisiones sobre los casos desde una perspectiva de los Derechos de la Naturaleza.

El Quinto Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza se dará el 3 y 4 de Noviembre, 2021, en Glasgow, junto con la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Cambio Climático, donde el Tribunal pronunciará su mensaje en el mismo escenario donde se están debatiendo las políticas ambientales de tantos países, presentando una alternativa a las muchas falsas soluciones que se promueven ahí.

Únete este Noviembre para defender los Derechos de la Naturaleza, y suma tu voz a la demanda popular, exigiendo que gobiernos y cortes alrededor de todo el mundo empiecen a hacer su trabajo en detener las crisis ecológicas de nuestro tiempo.

El Quinto Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza oirá dos de los casos más fundamentales a los que el mundo se enfrenta en la actualidad: