vaca muerta

La Delegación del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza presentó sus resultados provisionales luego de su recorrido por la zona de Vaca Muerta

Vaca Muerta es una formación geológica que se ha transformado en la “roca de la disputa” por parte de las corporaciones y los gobiernos ante los derechos humanos y de la Naturaleza.

Las graves afectaciones a la Naturaleza y a la vida de las comunidades y vecinos en la zona de Vaca Muerta fueron constatadas por los miembros de la Delegación de Jueces del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza. Esta misión del Tribunal llegó a Argentina invitada por parte de la Confederación Mapuche y Fuerzas Vivas de Neuquén, que participó en la sesión internacional de dicho Tribunal en diciembre del año 2019.

Las conclusiones y evidencias relevadas por el Tribunal fueron presentadas en la ciudad de Neuquén en una actividad pública en la Universidad Nacional del Comahue el día lunes. Luego de la misma, se realizó una presentación ante el gobernador de la provincia de Neuquén en casa de gobernación. Por último fueron expuestas ante el Congreso Nacional en la Cámara de Diputados de la Nación. La audiencia fue impulsada por Leonardo Grosso, Diputado Nacional en ejercicio, quien a su vez elevó dichos resultados ante cada uno de los y las miembros y miembras actuales de la Cámara baja. La presentación final fue en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Una de las primeras conclusiones de la misión fue constatar que los discursos de El Dorado que recorren Latinoamérica siempre son falsos. La búsqueda del desarrollo y el progreso demuestran que el mapa del extractivismo coincide con el mapa de la pobreza. Lo que el Tribunal vio en estos días son las profundas afectaciones en esta región patagónica; una explotación sin conciencia socioambiental que solo es posible en un marco de violencia y corrupción.

En relación al agua, el daño es inmenso. No hay fracking posible sin el uso irresponsable de inconmensurables cantidades de agua. El fracking conduce al colapso del agua, el origen y mantenimiento de la vida, lo que provoca tremendas destrucciones de los ecosistemas. El impacto se reproduce en otros ámbitos, como en el suelo; allí se constataron los efectos de los recurrentes sismos provocados por la fractura hidráulica del subsuelo, que obligaron a muchos habitantes de las regiones afectadas a desplazarse de sus hogares.

Un punto crucial es la falta de acceso al agua para las comunidades indígenas, así como también para el resto de la población de la zona; así sucede en la localidad de Añelo, donde los vecinos no tienen agua potable. Sufren también las afectaciones provocadas por la contaminación del aire, por la contaminación sonora, y por la falta de protección frente a tantos destrozos ambientales. Asimismo, quienes trabajan en las actividades hidrocarburíferas -petróleo y gas- también terminan siendo víctimas a raíz del no cumplimiento de las normas de protección ambiental en el desempeño de sus trabajos.

Todo lo anterior provoca graves afectaciones a la salud de los seres humanos y de la vida toda, desde malformaciones genéticas, cáncer, enfermedades de los pulmones, y metales pesados en la sangre, hasta crecientes padecimientos psicológicos.

En la zona también se puede apreciar una creciente desaparición de animales silvestres.

La intensiva ocupación del territorio por parte de las empresas extractivas ha generado profundos impactos en las comunidades locales, especialmente en las comunidades mapuches. El avance de la frontera hidrocarburífera ha llevado a la criminalización de estas comunidades y ha afectado su forma de vida. También ha causado la pérdida de superficie cultivada en zonas productivas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.

Los mapuches, pueblos originarios, no fueron consultados previamente, pese a que el país ratificó el Convenio 169 de la OIT, que establece la obligatoriedad de la consulta libre e informada y la necesidad del consentimiento de las comunidades preexistentes. No sólo eso, han sido víctimas de otras múltiples formas de violencia, llegado al punto de negar su presencia ancestral en dichos territorios.

Otra constante en este tipo de actividades, tal como se conoció durante la visita, es la violación permanente a las normas ambientales y de protección de los derechos humanos. La desidia de las autoridades es permanente. Así se observó tanto en Plaza Huincul, donde existe un depósito de desechos tóxicos de la actividad petrolera totalmente abandonado, como en Comarsa, ubicado en la capital de la provincia donde se extiende un enorme basural petrolero a cielo abierto.

No sólo la Naturaleza resulta golpeada por estas actividades, sino los mismos seres humanos. De especial atención por parte de la misión fueron los problemas permanentes que aquejan a defensores y defensoras de la Naturaleza.

Todas estas cuestiones son de especial preocupación para el Tribunal. Luego de 10 años del inicio de la explotación no convencional de los hidrocarburos a gran escala, es tiempo de reflexionar sobre lo que está provocando. Las promesas bajo las cuales se impuso el modelo que hoy se continúa profundizando siguen pendientes. No sólo eso: tal como van las cosas, es indudable que las destrucciones van en aumento. Por lo tanto, la misión del Tribunal, que presentará un informe de su visita, anticipa la necesidad de construir estrategias de transición post-extractivista.

La visita in situ fue organizada por el Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza, convocado por la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas (AAdeAA) y el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (CAJE), la Alianza Global por los Derechos de la Naturaleza (GARN) y el Colectivo Ecofeminista MIRÁ. Los anfitriones de la visita fueron la Confederación Mapuche de Neuquén, el Observatorio Petrolero del Sur y la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén.


Descarga el comunicado de prensa aquí.


 

Vaca Muerta is a geological formation that has become the “rock of dispute” by corporations and governments in the face of human and Nature rights.

The serious affectations on Nature and on the life of the communities and neighbors in the Vaca Muerta area were verified by the members of the Delegation of Judges of the International Rights of Nature Tribunal. This mission of the Tribunal arrived in Argentina invited by the Mapuche Confederation and Living Forces of Neuquén, which participated in the international session of the Tribunal in December 2019.

The conclusions and evidence gathered by the Tribunal were presented in the city of Neuquén in a public activity at the National University of Comahue. Afterward, a presentation was made to the Governor of the Province of Neuquén at the Governor’s House. Finally, they were presented before the National Congress in the Chamber of Deputies of the Nation. The hearing was promoted by Leonardo Grosso, acting National Deputy, who presented these results to each of the current members of the Lower House. The final presentation took place at the University of Buenos Aires.

One of the first conclusions of the mission was that the speeches of El Dorado going around Latin America are always false. The search for development and progress shows that the map of extractivism coincides with the map of poverty. What the Tribunal has seen are the deep affectations in this Patagonian region; exploitation without socio-environmental conscience that is only possible in a framework of violence and corruption.

In relation to water, the damage is immense. No fracking is possible without the irresponsible use of immeasurable amounts of water. Fracking leads to the collapse of water – the origin and maintenance of life – which causes tremendous destruction of ecosystems. The impact is reproduced in other areas, such as in the soil, where the effects of recurrent earthquakes caused by hydraulic fracturing of the subsoil have been observed, forcing many inhabitants of the affected regions to move from their homes.

A crucial point is the lack of access to water for the indigenous communities, as well as for the rest of the population of the area; this is the case in the town of Añelo, where the neighbors do not have drinking water. They are also affected by air pollution, noise pollution, and the lack of protection against environmental destruction. Likewise, those who work in hydrocarbon activities -oil and gas- also end up being victims due to the lack of compliance with environmental protection standards in the performance of their jobs.

All of the above causes serious effects on the health of human beings and all life, from genetic malformations, cancer, lung diseases, and heavy metals in the blood, to increasing psychological ailments.

The area is also witnessing an increasing disappearance of wild animals.

The intensive occupation of the territory by extractive companies has generated profound impacts on local communities, especially the Mapuche communities. The advance of the hydrocarbon frontier has led to the criminalization of these communities and has affected their way of life. It has also caused the loss of cultivated land in productive areas of the Upper Valley of Río Negro and Neuquén.

The Mapuches, the native peoples, were not previously consulted, despite the fact that the country ratified ILO Convention 169, which establishes the obligatory nature of free and informed consultation and the need for the consent of the pre-existing communities. Not only that, they have been victims of multiple other forms of violence, to the point of denying their ancestral presence in these territories.

Another constant in this type of activity is the permanent violation of environmental and human rights protection standards. The authorities’ negligence is permanent. This was observed both in Plaza Huincul, where there is a totally abandoned deposit of toxic waste from the oil activity and in Comarsa, located in the capital of the province, where there is a huge open-air oil dump.

It is not only Nature that is affected by these activities, but human beings themselves. The mission paid special attention to the permanent problems that afflict the defenders of Nature.

All these issues are of special concern to the Tribunal. Ten years after the start of large-scale unconventional hydrocarbon exploitation, it is time to reflect on what it is causing. The promises under which the model that today continues to deepen was imposed are still pending. Not only that: the way things are going, there is no doubt that the destruction is increasing. Therefore, the Tribunal’s mission, which will present a report of its visit, anticipates the need to build post-extractivist transition strategies.

The on-site visit was organized by the International Rights of Nature Tribunal, convened by the Argentinian Association of Environmental Lawyers (AAdeAA) and the Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (CAJE), the Global Alliance for the Rights of Nature (GARN) and the Colectivo Ecofeminista MIRÁ. The visit was hosted by the Mapuche Confederation of Neuquén, the Southern Oil Observatory, and the Human Rights Assembly of Neuquén.

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